Kiliedro, revista espanola de cultura contemporanea,
09-2006 por Beatriz Bonduel Smith ¿Quién dijo que no podía haber seducción por el material en red? La obra de este mes es muy distinta a las que anteriormente hemos comentado, dado que no se trata de una pieza que utilice las herramientas sofisticadas de la red para transmitir conceptos o ideas relacionados con la persona o con su espacio virtual personal, ni siquiera con su forma de vivir, o de vivir la red. Esta vez dedicamos nuestro homenaje a la pintura, a la pintura en red, a la pincelada pixelada, a la acción de pintar con información. White vibes de Nicolas Clauss nos acerca a otra forma de net-art, al regodeo que puede haber en la técnica misma, en el dibujo, en el pintar con píxeles y juegos de espacios en la red. Clauss es un Anselm Kiefer internético. En lugar del óleo pastoso de Kiefer, Clauss juega con construcciones de píxeles supersutiles que hechizan visualmente. Cada clic nos abre un nuevo camino nevado por el que nos adentramos en otra composición (¡Exploren la pieza!). A ver, ciertas características de las que hemos ido hablando siguen estando aquí, el espectador tiene cierta "elección" sobre el camino virtual que va a seguir (y armar), la voluntad va trazando (todo en blanco muy a lo Malevich) una u otra composición. Clauss es el poeta del píxel, el poeta del net-art, ha pintado en el lienzo-red para que nos adentremos en sus construcciones. Pero lo verdaderamente valioso de que esté en la red es que no es una pintura estática sino que es un verdadero paseo-pintura, aún más bendiciones de la interactividad. Así como en la galería podemos pasar un buen rato sentados frente a un óleo aún oloroso, embelesados por su textura, color, ¿no podemos pasar unos buenos minutos de nuestra dosis diaria de pantalla "acariciando" la mancha de píxeles marrón que hay en una de las entradas de white vibes? El net-art es siempre juego, es siempre exploración visual, exposición a las vibraciones lumínicas para que ellas hagan con nosotros lo que quieran. Otra cuestión interesante de esta pieza es que tiene
sonido. Es discutible si mezclar disciplinas las enriquece o empobrece.
En cualquier caso, a white vibes ser musical le viene muy bien, a su naturaleza
pictórica y poética la música de fondo (de pantalla)
le funciona como complemento a lo etéreo del recorrido. En ningún
caso llamaría a la obra interdisciplinaria, le llamaría
net-art, su material es la información, en distintos formatos.
Es sonido, es geometría variando, dejándose tocar, dejándose
alterar
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